Me transportas a un mundo que no
existe más que en mi imaginación y me dejas en suspenso, siempre queriendo
saber algo más aunque no llego a descubrir qué significa ese algo más.
No me hables. Me conformo con
saber que aún estás y alcanza que me leas, me adivines, que me sientas
levemente como sombra a tu lado, no sumisa, siempre viva, alegre, fugaz,
siempre verde, luz brillante, imprevisible y loca, siempre eterna, siempre
tierna.
Fernanda Martínez Gadea
Fernanda Martínez Gadea