Autor: Kees van Dongen
Óvalo enorme tus ojos
intento en vano la ceguera.
Cierro libros al descuido
sin perder el instante
cruzo el espejo de los duendes.
El miedo es azul
y se retuerce en el umbral
anuda las palabras
y torna la mirada indescifrable
sin atisbo de piedad.
Fernanda Martínez Gadea
13 de agosto de 2014
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